Valiente

Era una entrevista pendiente. De esas que te dan lata, que prefieres hacerte la loca y simplemente no hacerla, apelando a la hora de cierre.

No quería hacer la entrevista porque nunca he comulgado con el morbo periodístico, la cuña llorona y la pregunta malintencionada.

Sin embargo, no pude escabullirme. Ahí estaba. De frente a un grupo de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar. Si. Heavy. Me sentía tan incómoda, tan confundida respecto a cómo hablar con ellas. Evitar a toda costa que la cosa se pusiera complicada.

Me presenté muy nerviosa. Les conté porqué estaba ahí, aclarando que si no querían responder las entendería, que podían guardar silencio y pedirme que saliera de allí.

Se quedaron mirándome por un rato. Hasta que una de ellas habló.

Cuántos años su marido le había pegado. Cuántas veces había pasado por afuera del Centro de la Mujer de Peñalolén sin entender mucho qué pasaba allí dentro. Al día siguiente que me casé, mi marido ya me estaba pegando, pero yo creía que eso era normal… es que una siempre cree que eso es normal.

Sentí miedo, mucho miedo de esa naturalidad, de esa normalidad con la que se enfrenta la violencia en las relaciones de pareja. Y se puso a llorar. Es que soy tan llorona! Pero, tomaba aire y seguía contándome todo lo que había cambiado en ella.

Me llamó la atención que esperaban a que las mirara para seguir contándome quiénes eran.

Esto fue una revolución para mi. Yo acá empecé a ser mujer. Y en una semana más firmo el divorcio con mi ex… y sabe que? ya no le tengo miedo.

Quise tener más tiempo y quedarme con ellas, hablando de cómo son ahora, de qué las mueve, que las estremece. Preguntarles si se sentían tranquilas, si se querían. Si se creían capaces de volver a querer a alguien más.

– Chiquillas, les tengo que tomar una foto. Pero si no quieren, lo entenderé. No se preocupen.

– Sabe, señorita Andrea, nosotros ya pasamos ese tiempo. Ahora somos valientes. No nos da miedo dar la cara.

– Además, que si nos ven la cara, puede que otras mujeres se atrevan, o no?

Claro, atine a responder. Tomé la foto, me despedí y salí. Preguntándome tantas cosas. Sintiéndome peor porque lloraron igual. Queriendo no saber qué se siente ser así de valiente.

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3 comentarios en “Valiente

  1. poly dijo:

    andre…no se como pero lograste transmitirme lo que fue estar ahi…yo conozco a varias de esas chiquillas y de verdad q se pasan pa valientes…ahora todas miran de frente y se sienten super poderosas y seguras de que nunca más nadie les va a hacer daño…y eso es lo máximo
    polylla

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