Espectacularizar o Vincular

* Escuela de Acción Comunitaria en pleno trabajo para mejorar el sistema de alcantarillado y desagüe de agua- lluvia de Puerto Aguirre. La EAC es una iniciativa de los vecinos del sector El Barrio apoyada por el CODIH – A.G.

Mucho se han analizado las formas que las personas utilizan para comunicar, los mecanismos y herramientas que poseen para ello. Paralelamente, día a día se perfecciona aún más el sistema de comunicación que abraza a todo el mundo, con un desarrollo tecnológico cada vez más acelerado. Otro tanto se ha hecho en el crecimiento de los mass media.

En una sociedad tecnologizada que vive en la lógica de la inmediatez, que necesita sólo de una conexión a Internet para entrar a la Aldea Global y que puede acceder, por esta vía, a una infinita cantidad de información, surge la duda de cómo afecta al diario vivir. Bombardeados por acontecimientos de todo el orbe, los ciudadanos tienden a apurar el tranco o a, simplemente, mantenerse al margen de la actual vorágine.

Sin embargo, hay quienes han (hemos) aprovechado ese “estar globalizados”, aprendiendo, copiando, difundiendo, enlazando, investigando, buscando similitudes o experiencias atractivas que les permitan su propio desarrollo.

Muchas comunidades se incentivan y se globaliza la idea de que se puede estar mejor, que la pobreza en África es repudiable, pero también sirve para preguntarnos qué sucede con nuestra propia pobreza, qué hacemos con ella, como tratamos de superarla sin caer en prácticas que la asistan en vez de comprenderla.

Precisamente, esa pregunta también tensiona el modo en que las personas demandan y reciben la información transmitida por los medios. El ideal democrático apela a la incorporación de nuevos discursos, nuevas temáticas que sean representativas de lo que sucede y que, por sobre todo, satisfagan las necesidades y expectativas de un público cada vez más exigente.

No obstante, con nuevos discursos circulando, ¿cómo el Periodismo logra responder a esa diversidad? ¿De qué modo una problemática tan mundial como la pobreza tiene cabida en la actividad periodística? ¿Qué tan accesibles son para aquellos que están al margen del Espacio Público en que se han convertido los medios tradicionales?

Aunque nuestra profesión nos exige obtener la información desde quienes se vinculen directamente con el hecho noticioso, operan ciertas lógicas que vician esa necesidad, especialmente cuando aquellos que pueden hacer uso público de su voz, han logrado identificar nuestro deseo de conseguir la información de primera fuente.

Los organismos y personajes públicos han entendido que deben ser aparatos productores de noticias, aspirando a convertirse en imprescindibles para la rutina periodística. Sin embargo, existen sectores que no poseen la “categoría” de fundamentales, por lo que permanecen marginados de nuestro ejercicio profesional cotidiano, dificultándose su derecho a hacer uso de su voz pública.

En este contexto, es necesario indagar respecto del papel que nos corresponde a los periodistas en los procesos de democratización. Por una parte, a través de los medios de comunicación, podemos incorporar nuevas voces públicas a la discusión. Por otra, fortalecer a aquellos sectores marginales para que puedan transformarse en fuentes necesarias para la rutina periodística, pero también para el debate en el espacio público.

Específicamente, en la relación entre los medios de comunicación y los pobres, los primeros no siempre ven a los pobres como agentes de cambio, que pueden participar de los procesos que nuestra sociedad vive. Así, se perpetúa una imagen de pobreza sin competencia ciudadana, quedando la idea de que los más pobres no tienen derecho a elegir lo que quieren ser, pues no saben cómo hacerlo.
Las comunidades marginales no tienen visibilidad en los medios nacionales – nuevo tipo de Espacio Público –, salvo cuando son vinculadas a situaciones más cercanas a tragedias o problemáticas sociales. Son menos las ocasiones en que se destaca a alguna comunidad marginal desde lo histórico.
Surge, así, la duda respecto de cuál es la labor del periodismo en torno a la pobreza: seguir espectacularizando desde lo contingente o comprometerse socialmente a facilitar la visibilidad histórica de estos sectores.

Si se elige esta última vía, lo interesante es ver que el “tipo” de periodismo se vincule, primero, con la comunidad, para luego establecer relación con lo “periodístico”. Es decir, la misión de un periodista se define desde el desafío de colaborar con el sector marginal para que pueda hacer visibles sus discursos, de acuerdo con su propia identidad, en el nuevo espacio público.

0 0 0 0 0